18/3/12

Piolín

-Donde pingo era.-Pensó y se paró para ver a su alrededor.-Al fondo.-Se respondió lo mas lógico, a la morgue había que esconderla, nada mejor que el fondo.-Como al hijo opa.
Volvió a perderse por pasillos y a cruzarse con enfermeras gordas y pacientes que parecían uno con las paredes y las baldosas.
-Ahí está.
Dijo cuando vio la puerta doble y con ventanitas redondas.
-Permiso.-Dijo al vacío de la habitación.- ¿Encarnación?-Su voz grave rebotó por los azulejos.
-Ya salgo John.-Gritó y junto se escuchó la descarga de un inodoro.
Juan no pudo evitar ponerse colorado.
-Disculpá mi amor, es el Activia.-Y cantó y bailó.-El pareo, revolea, con Activia, revolea, panza al aire…
-Uh, estás mal de la cabeza en serio vos…
-Ponele un poco de onda gordito, no entiendo como podés ser tan aburrido.-Se cubrió la panza con la remera y se acomodó los anteojos sobre la naricita tan acorde a su poco mas de metro y medio.
-Así me quieren las chicas.
-Eso es una de las cosas que nunca voy a entender.-Dijo en voz baja, como para ella.-En fin…
-¿Qué tal Piolín?
-¿Piolín?-Arrugó la boca y se acomodó uno de sus rulos rojizos.-¡Ah! El muertito de ayer. Si.
-Exacto.-Dijo Juan y metió las manos en los bolsillos esperando que la médica termine de revolver su escritorio.-¿Qué ha salido?
-Lo he abierto anoche. No podía dormir y me he venido en la bici y ¡sas!-Tiró un chuzazo al aire.-Acá está.-Abrió la carpeta Espiral, amarilla y nueva.-Si, a ver, para ponértelo en términos que un simple abogado pueda entender.-Aclaró la voz.- Lo han cagado de un corchazo en la nuca, con un .22, de lejos. De ahí lo han movido y hecho todo el acting.
-¿Qué?
-¡Claro chango! Venga vea.
Encarnación abrió la puerta que daba al quirófano y ahí estaba Piolín, que ya era un cuerpo tan pálido que parecía verde, en la camilla de azulejos, culo para arriba.
-Le he encontrado de pedo, quería acomodarle un poco las mechas asquerosas esas y ahí ¡ploc!-Se puso en punta de pie e hizo chistar la lengua.-El hoyito.
-La concha de la lora.
-Yo he dicho lo mismo, re desilucionante che.-Se pegó un chirlo en los muslos.
-Es mas lógico así.-Dijo Juan sin sacarle de encima los ojos al cuerpo.
-Superlógico.
-No sabía que eras ricotera.
-¡De alma papi!-Se dio vuelta, volvió a subirse la remerita amarillo patito y le mostró la PR y la corona tatuadas arriba de la cola.
-Con razón, había algo de vos que hacia que me caigas bien.-Dijo sin disimular la mirada el abogado.
-¿No me digás que te gustan los Redondos?
-Si, no enfermo, pero me gustan muchísimo.
-¡Joya!-Y puso su mano para chocar los cinco, a Peña no le quedó otra que chocarlos.-Bueno, está para que lo retiren.
-Che Encarna, ¿Tenia alguna lesión de arrastre?
-Ah, como amo esos términos.-Suspiró.-Nada de marcas, el tiro y la herida de cuchillo post mortem.

vvvvolerrrrrrrr adolfo