Ula (frag.)

ahi un poquitin de Ula ja!

[...]El administrador se serenó mas con un té de tilo, aunque ya estaba sereno de hace rato: su don de planeamiento lo hacia pensar en la situación como un problema administrativo, como esos de la oficina, y no como un hecho delictivo.
Ataviado con las ropas más ajadas y con todos los elementos necesarios en un gran bolso, bajó a la cochera para terminar con el labor de un empleado de una pompa fúnebre: preparar al muerto. En este caso, a la futura muerta.
Desató las manos y ruedas oprimidas por mangueras, dejando expuestas unas muñecas rojas por la goma puestas sobre ellas dos noches. De un empujón, tiró a la medio dormida (¿medio muerta?) en el colchón del piso, dejando expuesta la causa del tremendo olor: un gran charco de mierda se dividía entre el asiento de la silla y el traste de Ula.
Asqueado comenzó a limpiar el elemento ortopedico. Después, por movimiento de palanquitas y aflojada de mariposas, se hizo un acordeón cerrado.[...]

adolfo

1. La adorable muertita (por Alberto Laiseca, el Lai)

Tojo, el japonés, estaba totalmente decidido a jugarse por su amor.
Acababan de sepultar a Analía en el imponente mausoleo de los Waldorf Putossi, en el cementerio de la Recoleta. “Mi adorada: al fin podremos realizar nuestras nupcias”, susurraba el delirante. Pensaba violarla, llevarse sus tetas como despojo romántico y dejar a cambio un crisantemo.[...]

El realismo delirate es el nuevo romanticismo :D ja...aguante el lai!

Emilia (una puntita nomas)

-“Quizás que si no lo dejabas, hoy no estabas sentada acá, donde toda la gente te indica…quizás si no lo dejabas, hoy no estabas vestida de negro…quizás si no lo dejabas, no te verías en el espejo y te reflejarías gorda y fea…tendrías tu peso normal, y tal vez unos kilos de mas…y hasta quizás, seguirías siendo virgen.
Pero no bebé: estás sentada acá, vestida de negro y toda la puta gente te indica.
Todavía te vez gorda y fea en el espejo.
Hace rato ya que no tenès tu peso normal, y te dan pánico los kilos de mas…y bombón: ya no sos virgen.
Querés volver el tiempo atrás ¿no?.
Querés vestirte con pollerita azul y corbata escocesa durante la semana, y el finde te querés poner el equipo ¿no?...mmm…¿te acordas?.
Ahora te venís a acordar de José.
Quedaban tan lindos los dos vestidos siempre igual…Siii…en la semana con el uniforme del colegio y, el sábado, de verde, azul y blanco.
¿Te acordás del ruido que hacían los tapones de sus botines?.
Como te calentaba cuando salía todo sucio, transpirado, y vos lo besabas. Y a él como le calentaba verte con la pollerita de hockey, ahí en el club.
¿Cómo seria una chica de veinte común, y no la que hoy esta velando al suicida pelotudo éste? Llorando a este hijo de puta que te robo kilos, años e himen.
Son fantasías Emi…es al pedo que sigas soñando lo que ha sido o lo que sería.
Volvé Emilia, volvé.
Zapateá, límpiate un poco los mocos y date cuenta donde estas mi amor…”
Emilia levanta su rendada y roja cara para recibir el saludo de personas que no conoce. Una sonrisa, un gracias.
Hoy, Emilia, es la co-estrella del macabro show. Hoy actúa de la doliente y fiel prometida (un papel no menor, ya que muchos dicen que es la culpable de todo) de la estrella.
El papel principal, es del pálido, envuelto en tules y dentro de una caja, recibe todos los ojos (y lagrimas), hasta que le terminen de bajar el telón…uno de plomo y otro de madera.
-“No dejes escucharme Emi. Ya queda poco para que lo lleven y no lo veas nunca mas. Va a dejar de meterte la pija hasta la garganta. Ahora, otra vez, vas a tener que buscarte otro…mándale un SMS a José ya que te acordaste de él, le está yendo bien, y te atosiga a mensajes desde que le diste tu numero. En fin…no se, no te confió Emi. Lo vas a arruinar otra vez. Miráte ahora nomás, sos un desastre.” [...]