Después de almorzar, Soledad preparó unas frutillas con azúcar y fueron a hacer el postre en el patio, como un pequeño picnic. Mientras Peña dormitaba sentado, Sole volvió a leer el diario, hasta que llegó al final, a Policiales.
-Che bebé, mira lo que ha salido de un chico de Alberdi.
-Uh, no he leído el diario hoy.-Dejó la taza con un poco de jugo de las frutillas.-Si, ayer hemos salido a buscarlo con Ger y Pablo. El vago es hermano de la Andre…
-¿Cómo?
-Si boluda, ¿No te había contado?
-¡No!, como no me vas a decir…
-Es que no le daba mucha bola, no ha caído en la fiscalia.-Tosió y se recostó en el suelo.-Mirá, es hasta probable que nosotros hayamos sido los últimos que lo hayamos visto.
-¿Qué?-Soledad tiró el diario.- ¿Por qué?
-El domingo hemos desayunado en Encuentros…
-Momentos, siempre te equivocas.-Le pegó un chirlito en la pierna.
-Bueno, ahí, y el chango este ha aparecido, vos estabas chusmeando con la Martina, pero el tipo se ha sentado en una mesa y ha desayunado.
-¿Pero como lo has notado?
-Porque le hemos metido una buena criticada con Francisco.-Soltó una risita.- Bueno, la cuestión es que desde esa mañana no se lo ha vuelto a ver.
-¡Pero Juan!-Le gritó y se sacó los anteojos y lo miró fijo.
-¡¿Qué?!
-¿Qué? El chico está perdido desde el domingo y vos hablás como si te chupara un huevo boludo.
-Es que me chupa un huevo, el vago es un gil, la hermana es una gila, el padre es un gil, y así sucesivamente.
-Sos una teta.-Volvió a leer el diario, pero esta vez en voz alta:
“La última vez que lo vieron fue el domingo, cuando salió de su casa en una camioneta.
A pesar de los intensos esfuerzos de la Policía para encontrar a Horacio Ortiz, aún no hay datos que permitan establecer el paradero del joven agricultor de Juan Bautista Alberdi.
Ayer, una comisión especial integrada por cuadros de varias divisiones de la policía, y a cargo del comisario Miguel Saso, se hizo presente en la ciudad del sur de la provincia. Los investigadores interrogaron a los familiares de Ortiz, como así también a quienes podrían haber visto la camioneta del joven. Además un helicóptero propiedad del Gobierno provincial sobrevoló la ciudad del Sur, mientras partidas integradas por personal policial, miembros del Club de Enduro y Rescate de la ciudad…
-Si, no hemos encontrado un pingo.-Interrumpió Peña la lectura y se sentó.
-¡Sh!-Otro chirlo, éste un poco más fuerte y siguió leyendo:
…y varios ciudadanos, se movilizaron para rastrillar distintos puntos de la geografía, sin obtener ningún resultado.”-Dobló el diario y se quedó con la boca abierta mirándolo a Juan.- ¿Y como está Pablo?
-Creo que es el único que está preocupado.
-¿Me estás jodiendo? esa familia debe estar como loca.
-La verdad que no los he visto preocupados.-Volvió a tirarse en el suelo, panza arriba.-Es mas, no se si hoy los habrán interrogado mas, pero ayer Roly me ha contado que con el único que han hablado es con el Saso éste.
-¿Roly?-Se sorprendió Soledad.
-Si, lo han mandado con varios mas, Homicidios, Delitos Complejos, Drogas peligrosas, unos canas que andan en el monte, que se yo, todo el teatro.
-¿Por qué teatro? Vos debes saber algo o si no sos un monstruo, como no te vas a preocupar.
Juan se quedó callado un rato antes de contestar, no buscaba palabras, en su mente estaba la pelea de Ger con Pablo y las lágrimas de éste último.
-Yo se que si aparece va a aparecer donde vive un hermano, ahí en el culo del país, o si no va a aparecer muerto.-Dijo.
-¿Por qué tan así?-Esta vez no se molestó, parece que le había picado el bichito de Sherlock.
-Porque según Gerardo el Horacito debía guita, y jura y perjura que el vago se ha ido del pueblo.
-¿Y Pablo que dice?
-Pablo sabe lo que debe, y está preocupado. Igual no dice nada.
-Que raro…tan hablador que es.
-Que era.-La corrigió.-Cada vez mas se está volviendo como la familia de la Andre.
-¿Así medio cínico? Porque la mina esa es re cínica, no puede estar sonriendo y mudita todo el día.
-Mas que cínicos…-Juan buscó la palabra.-Cerrados.
-¿No hablan mucho?
-No es que no solo hablen, no tienen amigos, nadie les conoce bien los negocios que tienen, todos chupacirios.-Juan se paró del suelo y se sacudió el traste.-Como si no muestran lo que son.
-Ay Gordo, me he puesto mal.
Se quedaron un rato en silencio, cada uno sumido en lo que estaba pensando, hasta que Soledad le pegó un tirón a los joggins de Juan y lo dejó con el pito al aire.
-¡No!-Gritó.-Willie ataque a la puta, ataque a la puta.
Estuvieron jugando un rato, hasta que se nubló un poco, y la escena se puso mas para dormir un rato que para hacer otra cosa.
Tarea del dia jajajaj
13/7/11
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