19/5/10

Gol-Queda

Jugás con lo que sea, la cosa es jugar, tenés tan metido el estar pateando algo que vas caminando por la calle y te llevas cuadras y cuadras una naranja verde, una piedra o una tapita de coca…es estar al pedo y te sale como instinto patear ¿Entendés?
¿En los recreos de la escuela vos te crees que nos quedábamos sentados en un lugar hablando boludeces o nos chamullabamos compañeras? ¡Minga! Hacíamos un
Gol-Queda con lo que sea en el patio de atrás, porque pelotas no te dejaban llevar y el patio de adelante era de tierra y ahí le metíamos los quince minutos del recreo sin parar, y eran muchos mas si es que no nos venia a buscar el preceptor, porque nos chupaba un huevo todo y porque en los Gol-Queda esos nos cagabamos a patadas…Mierda, me acordé de lo que dolía un puntano en el orto cuando entrabas al área y salía uno de los arqueros, porque jugábamos en pareja, y uno te barajaba de arriba. Que dolor, mas en invierno, en el primer recreo que creo que era el de las nueve y media, o por ahí, te quedaba dormido el culo, o el pie también. El primer recreo perdíamos algo de tiempo porque salíamos medio dormidos, nos comprábamos unos sanguches en el quiosco y hacíamos la rondita en el patio, hablando de nada, pero hablando y nos quedábamos cayados cuando venia alguno de los pendejos con una pelotita de padle o con lo que sea y comenzaban a hacer un Gol-Queda, y en dos minutos ya le habíamos quitado la pelota, el lugar y si alguno de los nuestros había faltado, le quitábamos un jugador. El primer recreo nada mas podía durar la pelota si es que tenia forma de pelota, porque nos la quitaba el preceptor o algún burro la mandaba a la casa del lado o al techo de nuestra aula. Pero ya en el segundo y el tercer recreo, salíamos de clase con todas las ganas de patear lo que sea, y revolvíamos la basura, sacábamos las latitas, que compraban los que tenían guita posta, nosotros no, las aplastábamos y ya teníamos una pelota, que mas que pelota era una tortilla de aluminio, pero creo que servia mucho mas que una pelota de papel encintada. Por ahí hasta la cabeceábamos a la latita, pero había que ser muy bueno para tirar un centro con eso y muy boludo para cabecearlo…Si cuando te contaba esto se me vino a la punta del dedo gordo de la derecha el dolorcito que sentías cuando le metías un puntano a la lata, porque íbamos de zapatos náuticos, y esos no te protegen un carajo hermano, ¿sabes te llegaban a pegar un pisotón? Ni te cuento. Cuando venían los calorcitos la cosa se ponía más dura, porque a las camisas del uniforme las chivavamos como hijos de puta y como ya andábamos mas arrechos los Gol-Queda se hacían más ásperos, y por lo menos dos o tres veces terminabas en el piso y era enchastre seguro por más de que el piso era de cemento. Éramos boludos grandes, diecisiete años, quinto año, y no pasó un recreo sin que estemos pateando algo.



creo q me voy a enfermar!!


adolfoooofoffioofifo

3 comentarios:

Gabriel G. C. dijo...

e l a d o
todos nacemos enfermos ¡somos humanos y no nos curamos!(malísimo lo mío)
Sale un Fontanarrosa tucumano?
Buen relato buen.
Nos vems.

Gabriel G. C. dijo...

Si t fijas bien, lo q acabo d escribir rima...

elado dijo...

no quiero leer fontanarrosa pa no influirme??? XD jajajaajjajajajajajajaajajajajajajajajajajajajajaja
neee toy con larsson ahora, es bestseller pero pega bien, igualllllllllllllllllllll como las negritas del buenos aires arrabalero no hay hermano. si andas rimando hacete una cancion punk o algo asi noooooo fiuuuturrrrrrrrrrrr forrrrrr miiiiiiiiiiiiiii