-Tira despacio la puta madre.-Juan se quejaba mientras Roly intentaba sacarle el cinturón.-Pará boludo hay una cortaplumas en la guantera.
La sangre y el olor a pólvora del airbag ponían con los instintos a flor de piel al sub comisario, e intentaba salvar como sea a su compadre, quien estaba sangrado apretado entre el volante, el parabrisas, el asiento y el piso. El Bora había absorbido tan bien el impacto con la falda del cerro que el motor ya casi no existía, la puerta de Juan estaba trabada por el choque y el cinturón de seguridad no lo dejaba salir por la ventanilla.
-¿Esta es?-Mamaní le mostró la Victorinox Soldier 09, que Peña guardaba en lo que quedaba de la guantera.
-Si culiao, cortalo pal’ pingo a esta cosa.
El filo dentado de la hoja Trekker cortó como manteca al gris pedazo de tela y Peña respiró un poco mejor, pero su cabeza seguía sangrando y la pierna derecha no le dolía tanto desde que se había ezguinsado de una sola vez la rodilla y el tobillo.
-Me debo haber destrozado los ligamentos.-Pensó.
Roly trató con todas sus fuerzas sacarlo por la ventanilla, pero el peso era mucho y el guardia del country que lo había ayudado a salir a él estaba dentro de su garita llamando al 112.
-Quedate tranquilo compadre, no es nada.-Trataba de calmarlo Juan a Roly, que iba y venia cruzando la ruta.
-Estas sangrando mucho pendejo, te vas a desmayar, trata de no desmayarte.-Le hablaba al oído y le acariciaba el pelo cubierto con sangre. Estaba muy cortado y golpeado, el policía sabía que los golpes en la cabeza por más chicos que sean hacen que la gente pierda el conocimiento.
-Hablala a la Hernández, decile que ha pasado, dice el marido que esta cagada.-Juan comenzaba a dar pestañadas mas lentas.
-A esa cajetuda le voy a meter un cohetazo el medio del marote hermanito.-Le limpió un poco la sangre con su pañuelo.-Seguíme hablando, Seguíme hablando.-Le insistía.
-¿Qué pingo querés que te diga?-Suspiró- Me duele la gamba.
-Si no la usas para nada puto, quedate tranquilo.
El seguridad del country volvió con una botella de agua, Roly puso la mano como una hoyita, volcó un poco y se la pasó por la cara a Peña.
-Hay que darle de comer al Willie Boliviano.
-Juan, tranquilo.-Roly vio como se desvanecía y apoyaba la cabeza contra el volante.-La concha de la lora se ha desmayado.-Dijo apoyando su mano en el cuello para controlar su pulso. La sirena de la ambulancia comenzaba a oírse.
Adolfoooooo
25/1/11
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario