[...] La habitación numero 5 era muy-anti-romantica: la cama al centro, bueno…cama.
En realidad era un colchon de dos plazas acentado sobre una base de mampostería de 2 x 2, tendido por una cubrecama naranja con el logo “Ruta 38 Hotel”.
Un televisor de 14’’ colgado de esos soportes metalicos y negros. Poco decorativo el aparatejo, pero ahorra la mesa.
El ventilador con polvo invernal y con tres focos, uno de luz comun, otro rojo y el ultimo azul. Parlante de musica funcional, de esos que no los podes apagar ni en pedo por lo hecho mierda que estan. Escupia Leo Mattioli, el Mas Romantico:
[…] mi vida empezó de nuevo cuando te conocí,
Un televisor de 14’’ colgado de esos soportes metalicos y negros. Poco decorativo el aparatejo, pero ahorra la mesa.
El ventilador con polvo invernal y con tres focos, uno de luz comun, otro rojo y el ultimo azul. Parlante de musica funcional, de esos que no los podes apagar ni en pedo por lo hecho mierda que estan. Escupia Leo Mattioli, el Mas Romantico:
[…] mi vida empezó de nuevo cuando te conocí,
nada en el mundo me importó más que estar así
y vi una luz en mi camino y mi destino,
me dí cuenta que era para estar junto a tí […]
Emi estaba sentada en la cama, los ojos brillosos por la situación y por los dos vasos de Norte en la pizzería. Solo miraba sus zapatitos.
-“Voy a apagar la luz.” La luz blanca se hizo roja.
La virgencita tomaba aire.
Beto se sentó a su lado y comenzaron a besarse.
Estar en un telo y tener asegurado el coito, hacen que las caricias sean menos timidas: las manos van a los lugares apropiados sin dilemas, ni respeto al tiempo.
-“En un rato me mete los dedos abajo y me caliento del todo. No puedo tener miedo, ni seguir siendo virgen a los dieciocho. Tendría que haberme puesto en pedo”. Se arrepentía en pensamiento Emi.
Las ansias del macho se notaban en su respiración, y en sus garras que tocaban (por arriba de la camisita negra) las pequeñas ubres contenidas en el corpiño armado.
-“Tranquila…tranquila…” Le decía Beto, con su boca junto a la de Emi, la que podía sorber el caliente aliento a Topline de uva. Ya estaban horizontales.
A la camisita, las medias de nylon y la pollera se las sacó Emilia, después de que entendió la intención de las torpes caricias que les suministraban a su humanidad. Quedó solo con el conjuntito Caro-Cuore blanco, y su himen.
-“Pará, pará…me da vergüenza…” casi lloraba Emilia, con sus pezoncitos rosas al aire
-“Metete bajo las sabanas.” ofreció él.
-“Apagá la luz.” Condicionó ella.
Acuerdo de voluntades. Las partes contratantes, ya en penumbras, se perdieron en las blancas sabanas lavadas con jabón en pan.
Los dedos del que iba a arrancar la flor corrían por los bellos púbicos, y se perdían dentro de territorios poco explorados por ellos…por fin, cuando la infantería preparo (humedeció) el campo, avanzó la caballería, envuelta en latex, y en un par de minutos, la niñez Emilia quedó solo en fotos.[...]
-“Voy a apagar la luz.” La luz blanca se hizo roja.
La virgencita tomaba aire.
Beto se sentó a su lado y comenzaron a besarse.
Estar en un telo y tener asegurado el coito, hacen que las caricias sean menos timidas: las manos van a los lugares apropiados sin dilemas, ni respeto al tiempo.
-“En un rato me mete los dedos abajo y me caliento del todo. No puedo tener miedo, ni seguir siendo virgen a los dieciocho. Tendría que haberme puesto en pedo”. Se arrepentía en pensamiento Emi.
Las ansias del macho se notaban en su respiración, y en sus garras que tocaban (por arriba de la camisita negra) las pequeñas ubres contenidas en el corpiño armado.
-“Tranquila…tranquila…” Le decía Beto, con su boca junto a la de Emi, la que podía sorber el caliente aliento a Topline de uva. Ya estaban horizontales.
A la camisita, las medias de nylon y la pollera se las sacó Emilia, después de que entendió la intención de las torpes caricias que les suministraban a su humanidad. Quedó solo con el conjuntito Caro-Cuore blanco, y su himen.
-“Pará, pará…me da vergüenza…” casi lloraba Emilia, con sus pezoncitos rosas al aire
-“Metete bajo las sabanas.” ofreció él.
-“Apagá la luz.” Condicionó ella.
Acuerdo de voluntades. Las partes contratantes, ya en penumbras, se perdieron en las blancas sabanas lavadas con jabón en pan.
Los dedos del que iba a arrancar la flor corrían por los bellos púbicos, y se perdían dentro de territorios poco explorados por ellos…por fin, cuando la infantería preparo (humedeció) el campo, avanzó la caballería, envuelta en latex, y en un par de minutos, la niñez Emilia quedó solo en fotos.[...]
Adolfo (va Leo poq son bien ordinarios :D)
2 comentarios:
salió muy lindo gordo! De veritas! No voy a analizar a fondo, me hiciste acordar de alguna que otra vez en la vida de alguien (la mia? naaa! jajaja)
ahora: medias de seda???!!! sábanas lavadas con jabon de pan??!! es del siglo XIX el cuentin?! jajaja
un beso grande mi vida!
Q haces adolfo, eo esto mientras el pirata cuenta q:¡la cristiandad es un quilombo! wajaja.
Es una historia copada, muy real para ser fictisia, nada fictisia para ser real.
Ah!! Elado va con H, jaja, perdon es solo boludes adolescente.
Natys!!
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