Emilia, chiquitita, tanto tiempo ¿Cómo andas? Rato sin vernos ¿no? ¿Que paso que me hablaste? El “no da” es…y si, así como estas ahora no das. Te extrañaba gordita, ya no nos llevamos tan bien como cuando tenias quince ¿te acordás? ¡Pero como me escuchabas cuando eras más chiquitita! Don`t worry, no soy rencoroso, soy tu amigo, quiero verte bien, por eso me aparezco siempre que vos estas así, siempre que me hablás. Vamos a comenzar a vernos más seguido ¿dale? Sabes que te convengo, ¿No vez que hasta tu mamá te dice que estas hecha un desastre? Sos un lechón Emi, estas hecha mierda. Hace como siete meses que no movés un dedo, vos te pones de novia y me abandonas, pero yo a vos no. Nunca. Siempre me di una vueltita por acá, me llamabas cada vez que te veías un rollo en el espejo, pero no querías meterle los cuernos conmigo al chetito. Bueno, lo pasado pisado, a ver, vamos a comenzar por limpiarte esa cara de alfajor rojo, después, vamos a ponerte a mover ese culo, debes estar llena de estrías. Vos tranqui, en un par de meses te pones flaquita, así como me gusta a mí. Como les gusta a los hombres. Como estabas antes. Como estabas cuando éramos buenos amigos vos y yo. Ahora no te levantas ni a la mañana, te prometo que conmigo te vas a levantar todo, como cuando tenías quince.
Que grande que estás, tenès que ir a la facu pero, no podes ir así mi amor…te repito, vamos a ponerte linda, y te agarras un buen partido.
Vení. Paráte. Seguíme, vamos al baño. Bien…ahora prende la ducha. Si así. Vamos Emi, no te hagas la boluda. Con dos dedos, hasta el fondo. Ahí esta, ahí esta…bien mi amor. Te extrañaba.
Quedó de rodillas, apoyándose con los brazos en la mochila del inodoro. No pudo evitar el par de lágrimas que le corrieron por su cara al volver a ese mambo loco.
24/6/09
11/6/09
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Si el alguna vez hubiere sentido la felicidad y las ansias, esas que se traducen en mariposas en el estomago, podria decir que estaba contento. O simple mente hubiera dicho que sentía lo mismo que a las 12, cuando Papa Noel dejaba la gran bolsa de regalos y desaparecía.
Pero no. Era todo nuevo. Era nuevo encontrar una bolsa llena de juguetes, romperla, sacar los muñecos, los autitos y sonreírle a alguien sinceramente, con la sinceridad que solo dan esas pocas navidades conciente. Mirar y sonreír como agradeciendo o como diciendo “Mirá, mirá, no puedo creer”.
Era nuevo encontrar los juguetes que le causaban esas mariposas en el estomago y esa leve sonrisa de dientes de leche. Dejemos de lado que la sonrisa haya sido solo para la noche, la bolsa haya sido negra y no roja con moños verdes, que la noche haya sido de abril y no de diciembre y que a los muñecos le faltaran brazos o piernas, y ruedas a los autitos. Las mariposas en el estomago son un poco boludas, no se dan cuentas de esas cosas.
Sentado armaba los ejércitos de tullidos entre los vasitos de yogurt vacíos, la yerba usada y las bolsas de consorcio que cabrían la vereda justo antes del cordón. Los autitos volaban sostenidos por sus manos, como en una pelea de aviones. Los labios oscuros se fruncían para imitar los ruidos de las rondas que se disparaban. “Tuf-tuf-tuf”, y la saliva que salía entre los dientes. Y “fuiiiiiinnnnnnnnnn” el, auto-avión caía al mar de desperdicios. Los muñecos peleaban de forma ridícula, casi tan ridícula como el la vida real, y otra vez los ruidos, los “iaaaa”, los “pum” y los provocados por el choque del plástico de buena calidad. Podria quedarse ahí toda la noche, dejar a su lado la caja de zapatos con las mentitas o el atado de estampitas. Quedarse ahí toda la noche, inventando sus historias, poniendo sus sonidos, internándose en los combates inocentes por su sin sentido. Que toda la noche…toda la vida podria haberse quedado. Pero era conciente, conciente que tenia que trabajar, conciente que el portero iba a salir en cualquier segundo a cagarlo a patadas por el desorden, conciente que esos juguetes no eran suyos y que su dueño los reclamaría, y hasta conciente que cualquier otro repartidor de estampitas, o vendedor de mentitas, se los iba a robar. La realidad fue como un insecticida que le mató las mariposas, su sonrisa y todo lo demás.
La bolsa los contendría bien y colgada en el elástico del short le dejaría libres las manos para repartir sus estampitas, o vender sus mentitas, a la gente que se sienta en las confiterías. Cuando tenga un ratito libre, se iba a sentar en la plaza a jugar un poco más, total ahí no hay portero.
vamos por los 19?? me gusta el 19 jajaj:D pa ponerlos un poco de mal humor che jaja
Si el alguna vez hubiere sentido la felicidad y las ansias, esas que se traducen en mariposas en el estomago, podria decir que estaba contento. O simple mente hubiera dicho que sentía lo mismo que a las 12, cuando Papa Noel dejaba la gran bolsa de regalos y desaparecía.
Pero no. Era todo nuevo. Era nuevo encontrar una bolsa llena de juguetes, romperla, sacar los muñecos, los autitos y sonreírle a alguien sinceramente, con la sinceridad que solo dan esas pocas navidades conciente. Mirar y sonreír como agradeciendo o como diciendo “Mirá, mirá, no puedo creer”.
Era nuevo encontrar los juguetes que le causaban esas mariposas en el estomago y esa leve sonrisa de dientes de leche. Dejemos de lado que la sonrisa haya sido solo para la noche, la bolsa haya sido negra y no roja con moños verdes, que la noche haya sido de abril y no de diciembre y que a los muñecos le faltaran brazos o piernas, y ruedas a los autitos. Las mariposas en el estomago son un poco boludas, no se dan cuentas de esas cosas.
Sentado armaba los ejércitos de tullidos entre los vasitos de yogurt vacíos, la yerba usada y las bolsas de consorcio que cabrían la vereda justo antes del cordón. Los autitos volaban sostenidos por sus manos, como en una pelea de aviones. Los labios oscuros se fruncían para imitar los ruidos de las rondas que se disparaban. “Tuf-tuf-tuf”, y la saliva que salía entre los dientes. Y “fuiiiiiinnnnnnnnnn” el, auto-avión caía al mar de desperdicios. Los muñecos peleaban de forma ridícula, casi tan ridícula como el la vida real, y otra vez los ruidos, los “iaaaa”, los “pum” y los provocados por el choque del plástico de buena calidad. Podria quedarse ahí toda la noche, dejar a su lado la caja de zapatos con las mentitas o el atado de estampitas. Quedarse ahí toda la noche, inventando sus historias, poniendo sus sonidos, internándose en los combates inocentes por su sin sentido. Que toda la noche…toda la vida podria haberse quedado. Pero era conciente, conciente que tenia que trabajar, conciente que el portero iba a salir en cualquier segundo a cagarlo a patadas por el desorden, conciente que esos juguetes no eran suyos y que su dueño los reclamaría, y hasta conciente que cualquier otro repartidor de estampitas, o vendedor de mentitas, se los iba a robar. La realidad fue como un insecticida que le mató las mariposas, su sonrisa y todo lo demás.
La bolsa los contendría bien y colgada en el elástico del short le dejaría libres las manos para repartir sus estampitas, o vender sus mentitas, a la gente que se sienta en las confiterías. Cuando tenga un ratito libre, se iba a sentar en la plaza a jugar un poco más, total ahí no hay portero.
vamos por los 19?? me gusta el 19 jajaj:D pa ponerlos un poco de mal humor che jaja
4/6/09
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La señora de la panadería le daba una bolsa con un par de facturas, un poco duras. Estaría bueno decir que eran de la mañana, pero sabemos como son las panaderías acá, te venden las facturas del día anterior hoy, y a las nueve de la noche se endurecen mucho más. Pero a caballo regalado no se le miran los dientes. Si, a caballo regalado no se le miran los dientes, así como no se le miran los hoyos a la ropa y a la comida las mordidas. Lo que venga de arriba esta bien, se lo necesite, no se lo necesite. Lamentablemente, siempre son mas las cosas que faltan que las que sobran.
Una remera de Menem 1999, heredada y re-heredada. Una gorra naranja con una K, un sanguche, un chori. Que carajo importan las ideologías y las trampas de estos hijos de mil puta cuando tenès hambre, necesitas chapas y tenès la mierda hasta las rodillas… Las chombas de los colegios caros de por acá, muy desteñidas, ceñidas. La solidaridad, el despego, siempre ayuda algo, las ferias hacen el resto. Igual no es suficiente. Nunca nada es suficiente.
Los comedores son pocos, y encima están todos llenos, hay que llegar temprano para siempre irse con un poco de hambre.
Decí que es muy chiquito, para sentirse desecho, excluido.
Es lo que le tocó. Al chico que nace en un sanatorio privado y lo llenan de mimos y juguetes, también le tocó. Es una timba. No podemos echarle la culpa a nadie, es al pedo gritar “¡por que a mi!”, cuando no hay nadie que nos escuche y mas al pedo gritar si tenès hambre, y tenès que preguntarse “¿Cómo hago?”, como hago para vender la estampita, como hago para que me den la factura. Pero a los cuatro ves todo como un juego, quizás por eso a veces sonríe, corre, grita.
Él tiene la verdadera cara del ángel, como diría Cortazar. La inconciencia, el tesoro de los inocentes, esa mezcla perfecta de melancolía con esporádicas rizas de dientes de leche, y aquella timidez muda, que agarra la moneda sin dar las gracias y sale corriendo para la esquina.
La señora de la panadería le daba una bolsa con un par de facturas, un poco duras. Estaría bueno decir que eran de la mañana, pero sabemos como son las panaderías acá, te venden las facturas del día anterior hoy, y a las nueve de la noche se endurecen mucho más. Pero a caballo regalado no se le miran los dientes. Si, a caballo regalado no se le miran los dientes, así como no se le miran los hoyos a la ropa y a la comida las mordidas. Lo que venga de arriba esta bien, se lo necesite, no se lo necesite. Lamentablemente, siempre son mas las cosas que faltan que las que sobran.
Una remera de Menem 1999, heredada y re-heredada. Una gorra naranja con una K, un sanguche, un chori. Que carajo importan las ideologías y las trampas de estos hijos de mil puta cuando tenès hambre, necesitas chapas y tenès la mierda hasta las rodillas… Las chombas de los colegios caros de por acá, muy desteñidas, ceñidas. La solidaridad, el despego, siempre ayuda algo, las ferias hacen el resto. Igual no es suficiente. Nunca nada es suficiente.
Los comedores son pocos, y encima están todos llenos, hay que llegar temprano para siempre irse con un poco de hambre.
Decí que es muy chiquito, para sentirse desecho, excluido.
Es lo que le tocó. Al chico que nace en un sanatorio privado y lo llenan de mimos y juguetes, también le tocó. Es una timba. No podemos echarle la culpa a nadie, es al pedo gritar “¡por que a mi!”, cuando no hay nadie que nos escuche y mas al pedo gritar si tenès hambre, y tenès que preguntarse “¿Cómo hago?”, como hago para vender la estampita, como hago para que me den la factura. Pero a los cuatro ves todo como un juego, quizás por eso a veces sonríe, corre, grita.
Él tiene la verdadera cara del ángel, como diría Cortazar. La inconciencia, el tesoro de los inocentes, esa mezcla perfecta de melancolía con esporádicas rizas de dientes de leche, y aquella timidez muda, que agarra la moneda sin dar las gracias y sale corriendo para la esquina.
3/6/09
Album de fotos
La verdadera cara de los ángeles es que hay napalm y hay niebla y hay tortura la cara verdadera es el zapato entre la mierda, el lunes de mañana, el diario. La verdadera cara cuelga de perchas y liquidación de saldos. De los ángeles la cara verdadera es un álbum que cuesta 30 francos y está lleno de caras: las verdaderas caras de los ángeles. La cara de un negrito hambriento, la cara de un cholito mendigando, un vietnamita, un argentino, un español, la cara verde del hambre verdadera de los ángeles. Por 30 francos la emoción en casa. La cara verdadera de los ángeles, la cara verdadera de los hombres, la verdadera cara de los ángeles.
cronopio inmortal!!!!!!
cronopio inmortal!!!!!!
2/6/09
el putinnn
-Si, drogarla bien drogada, que le de un A.C.V. tirada en en la ruta a los Valles…que se moje o se insole, total, ahí entre ríos y barro no se iba a mover mucho- La excitación que sentía antes ya no era tan frecuente, y lo mismo pasaba con el miedo. El Administrador ya actuaba en automático. El desvelo le sentaba bien. Actuaba mejor con la cabeza un poco cansada.
-Como carajo la llevo-Hablaba solo y despacito.- De donde saco dos mil pesos mas para el negro de mierda este…la vieja en sí no me importa, o sea no hay mucho drama, si o si se muere pal` pingo. O se ahoga o se deshidrata, y si no crepa, la van a encontrar con la cabeza tan hecha mierda que no le van a creer nada. Quizás ni pueda abrir la geta hasta puede ser que se la coman los perros o los caranchos- Miraba por la ventana entreabierta las luces de los otros edificios, y seguia. -A la silla se la lleva el río o el canal…no se la va a notar entre tanta mierda, la dejo cerca de donde hay basura y ni se la nota. ¿Pero como mierda hago? No me tengo que moquear porque sino voy re cagado. No puedo meter a nadie mas, pero si lo voy a ha hacer solo no puedo dejar pelos y esas cosas en el autos por las dudas ¿pero si contrato a alguien? –Siñó los dignes frustrado. -Que bien que me vendria Luis…hijo de mil puta, si lo hago hacer algo me va a cagar.
Eran las cuatro de la mañana, y el monologo apagado solo resonaba en su cabeza, y el equipo de música despedía U2, bajito, casi igual que las luces de las lámparas.
-En unas horas el sol va a salir, no puedo dejarla en la ruta a los valles, va a haber un huevo de autos, pero puedo tirarla el domingo a la noche, todos ya han bajado.- Apuró el whisky sentandose en el sillon, tenia mucho sueño. Antes de quedarse dormido, puso el despertador del celular a las once. Ya tenia la decisión tomada. Entre sueños pensó:
-Compro un bote de Lysoform, alcohol, unos guantes de látex, salgo mañana a la siesta y subo a Tafí, me desvío y la tiro. Antes la drogo y le meto unas piñas. Todo va a estar bien.- Tranquilizándose a si mismo, se durmió.
-Como carajo la llevo-Hablaba solo y despacito.- De donde saco dos mil pesos mas para el negro de mierda este…la vieja en sí no me importa, o sea no hay mucho drama, si o si se muere pal` pingo. O se ahoga o se deshidrata, y si no crepa, la van a encontrar con la cabeza tan hecha mierda que no le van a creer nada. Quizás ni pueda abrir la geta hasta puede ser que se la coman los perros o los caranchos- Miraba por la ventana entreabierta las luces de los otros edificios, y seguia. -A la silla se la lleva el río o el canal…no se la va a notar entre tanta mierda, la dejo cerca de donde hay basura y ni se la nota. ¿Pero como mierda hago? No me tengo que moquear porque sino voy re cagado. No puedo meter a nadie mas, pero si lo voy a ha hacer solo no puedo dejar pelos y esas cosas en el autos por las dudas ¿pero si contrato a alguien? –Siñó los dignes frustrado. -Que bien que me vendria Luis…hijo de mil puta, si lo hago hacer algo me va a cagar.
Eran las cuatro de la mañana, y el monologo apagado solo resonaba en su cabeza, y el equipo de música despedía U2, bajito, casi igual que las luces de las lámparas.
-En unas horas el sol va a salir, no puedo dejarla en la ruta a los valles, va a haber un huevo de autos, pero puedo tirarla el domingo a la noche, todos ya han bajado.- Apuró el whisky sentandose en el sillon, tenia mucho sueño. Antes de quedarse dormido, puso el despertador del celular a las once. Ya tenia la decisión tomada. Entre sueños pensó:
-Compro un bote de Lysoform, alcohol, unos guantes de látex, salgo mañana a la siesta y subo a Tafí, me desvío y la tiro. Antes la drogo y le meto unas piñas. Todo va a estar bien.- Tranquilizándose a si mismo, se durmió.
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