1/3/10

DT

-¡Dejen de mariconear y de hablar pelotudeces, porque tienen que ganar si o si!-Metía una seca corta a su cigarrillo, se acomodaba los anteojos de sol, aplaudía dos o tres veces y los mandaba a su equipo, al Central, a la cancha.-Estos hijos de puta me van a costar un cajón de porrón.-Sentenciaba en voz baja, con el pucho en la comisura de los labios y sin parar de aplaudir.

Media hora después de su ultima arenga a esa tribu de pendejos clase 02 y 03, Yanyán embolsillaba diez pesos por cabeza y subía a su Yamaha con una bolsa llena de camisetas rojas a medio transpirar. Iba contento, sus pendejos del Central habían ganado ocho a cinco, pero más contento iba porque tenía ciento cincuenta mangos y un cajón de cerveza gratis para esa noche.

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