Dicen las malas lenguas que levantabas tanto porque no te levantabas minas. Puta que te parió Pedrín. Se me desdibujó el guapo clásico. Pero que se vallan a la concha de la lora. Vos no buscabas amor, solo descarga y por eso te cogias a toda puta, trava y puto que se te cruce en el camino. Ni abrazos ni besos. Dos agujeros (uno si no había suerte) y una boca. Al carajo. Además que te van a decir de guapos, si esos peleaban a cuchillo, incluso el “Corralero” Real, y vos nunca achuraste a nadie. Mano, cabeza, una botella, como máximo un palo, como el que le partiste en la espalda a ese porteño canchero que no te quiso pagar un viaje, porque se te paró el Falcon en la entrada de Aguilares.
Santa Madre. Aguilares. Hay que tener cojones para agarrarse con un “Coriofo” o un “Aviador”. Cuentan que lo mismo ibas al baile. Que poco te importaba si el pijita era de Deportivo o de Newbery, o si era uno, o dos o tres. Solo importaba que sea hombre y que te crispen el nervio.
5/12/08
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