Pinochet murió en noviembre de 2006. Enfrento cantidad de juicios e investigaciones que revelaron cuentas millonarias y demás fraudes, pero seguro que murió fresco en una cama sin gérmenes y lejos del plomo, la picana o las bombas. Encima lo enterraron con honores militares y saludos de esas personas que aman a los tiranos.
Su nieto, militar, se inmiscuyo entre los discursos oficiales del protocolo y se despacho de prepo con un discurso de loas y glorias, y de pedidos de justicia para el pobre incomprendido y mal agradecido defensor del pueblo chileno.
Otro nieto, el nieto de Prats, un intelectual, se inmiscuyo entre el protocolo mortuorio, llego frente al féretro del dictador y le estampó una escupida en medio de la cara. Lastima que había un vidrio. Lastima que estaba muerto.
2 comentarios:
interesante lugar..
feliz 2 mil 9..
mucha tinta.. y paz-ciencia!!!
Lástima que había un vidrio. lástima que estaba muerto... lástima que no estaba vivo y en vez de saliva era un tiro entre los ojos, después de hs interminables de tortura.
Estoy con bronca...¡pedazo de hijo de mil putas!
¡Te mando un beso grande amigo!
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