29/9/09
El General Quiroga va en coche al muere
y una luna perdida en el frío del alba
y el campo muerto de hambre, pobre como una araña.
El coche se hamacaba rezongando la altura;
un galerón enfático, enorme, funerario.
Cuatro tapaos con pinta de muerte en la negrura
tironeaban seis miedos y un valor desvelado.
Junto a los postillones jineteaba un moreno.
Ir en coche a la muerte ¡qué cosa más oronda!
El general Quiroga quiso entrar en la sombra
llevando seis o siete degollados de escolta.
Esa cordobesa bochinchera y ladina
(meditaba Quiroga) ¿qué ha de poder con mi alma?
Aquí estoy afianzado y metido en la vida
como la estaca pampa bien metida en la pampa.
Yo, que he sobrevivido a millares de tardes
y cuyo nombre pone retemblor en las lanzas,
no he de soltar la vida por estos pedregales.
¿Muere acaso el pampero, se mueren las espadas?
Pero al brillar el día sobre Barranca Yaco
hierros que no perdonan arreciaron sobre él;
la muerte, que es de todos, arreó con el riojano
y una de puñaladas lo mentó a Juan Manuel.
Ya muerto, ya de pié, ya inmortal, ya fantasma,
se presentó al infierno que Dios le había marcado,
y a sus órdenes iban, rotas y desangradas,
las ánimas en pena de hombres y de caballos.
Borges, Luna de enfrente 1925
COMO LO DISFRUTO A ESE VERSOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!
adddolfoooo uououoooooo me aburro
21/9/09
Versiones
{...}Hay muchas versiones sobre lo que pasó, y yo que no te conocí no se bien cual creerme. Para la mayoría fue un viaje medio extraordinario que hiciste. Otros dicen que andabas medio boleado porque ese día fue el aniversario de muerte de Sarita, y que antes de salir lo cagaste a piñas a tu tata. Hasta hay versiones de que la minita te venia gustando de hace unos años, desde que comenzó a viajar a Concepción, y de tanto verla te enamoraste y la terminaste raptando.
El tema es que la levantaste en la parada de la Francia y que volvía al sur. Me la imagino con la carpetita abrazada, era sábado, pero en esos institutos rinden cuando sea. Tomaba una Sprite Zero para matar la sed nocturna y rogando que pase el Exprebus o el Tesa para viajar comoda, pero era tarde, te conocía y las ganas de un baño fueron mas fuertes que todo. Se subió en tu Falcon en el asiento trasero y me juego un huevo que iba con los auriculares escuchando algo desde el teléfono y mandando uno que otro mensajito.{...}
me aburrro y me aburrroooo y me van a reconocer humanistica II con filosofia de la estatalll uououoooooooo
adolfo
20/9/09
El Fantasmita de Emilia
Ah, lo que te quería decir es que nada de anticonceptivos. No, no. Te vas a deformar mas de los que estas. Contá los días, cogé con forro, ponéte un DIU, pero no anticonceptivos. Lo que sí, metéle pata, porque si cada vez que tienen sexo te largas a llorar, te va a dejar. Tenès que ser la mas puta con él, así no buscan cosas en otro lugar ¿entendés? Mirá que por fin conseguís algo y venís haciendo las cosas bien, no lo arruines: a Betito te lo metes bien en la concha.
Emi miraba el techo de rodillas, frente al inodoro y con un sabor amargo en la boca, ya era típica esa sobremesa, a la una y media tenia que caminar tres cuadras, llegar a la avenida y tomarse un pirata para ir a la facultad.{...}
123!!!! 30 hojitas massssssssss:D
adolfo
19/9/09
Nano, el Paisajista
Después de eso nos queda el aparato en comunión con la geografía. Horas y horas de ruedo, kilómetros y kilómetros de paisajes monótonos, que cambian solo cuando nos despertamos; montañas puneñas al norte, los cañaverales tucumanos, los sunchos y salitres de Santiago del Estero, la sequía infinita de cuyo y los andes que ya se dejan ver. Las sierras Cordobesas que después mutan en sojales eternos y meridianos, por ahí salpicados por algunas vacas o una casita. Soja y mas soja en Entre Ríos y el litoral que te recibe con el Paraná, el Mississippi criollo, sin negros y blues, pero con dorados y barcazas. Y árboles de mas, tantos como las subidas y bajadas de Misiones, la de tierra roja y aserraderos.
Mas al sur las verdes llanuras pampeanas de Buenos Aires y de la homónima Pampa, que se hacen amarillas en época de trigo…y ahí lo vemos al Atlántico, sumergiéndonos al desierto patagónico; polvoriento, con el viento que en otros lados se llama zonda, pampero, acá sopla y no para en su carrera desde los Andes de bosques y lagos al Atlántico verdoso y helado. Solo esta esa flora de simples arbustitos, que son tantos que nunca imaginas el numero que pueda representarlos. Tan grande. Días de viaje mirando lo mismo, es la nada en toda su magnitud…tan grande que te ahoga, te aplasta. Solo te sentís en la tierra cuando te cruzas con algunas ovejas, un refugio o con un cementerio viejo, de cruces oxidadas y flores plásticas. Parecidos a los de Jujuy, cementerios de humildes, de cajones regalados por la municipalidad. Se hiergen como testimonios mudos e impolutos de la puta finitud a la que nos condeno dios, y que nos la hecha en cara por la ruta con esas esporádicas necrópolis y con los constantes pequeños monumentos y cruces que nos señalan que de ese lugar que nosotros acabamos de pasar, alguien no lo hizo. “Gustavo” escrito con piedras pintadas de celeste, especies de lapidas forradas con azulejos de baños y placas de bronce que señalan nombres y fechas que no leemos desde el vehiculo. Banderas de boca mezcladas con las rojas del Gauchito Gil o la Difunta Correa, y velas derretidas al lado de una descolorida Virgen del Valle. Siempre la Cosechera presente en la ruta, ella también viaja. Yo la ayudaba y escuchábamos juntos Serrat, o repasábamos un poco a Vargas Llosa, o veíamos la película que pasaban en el colectivo (si era nueva).{...}
Las personas se mueven todos los días
sabes que se mueven tan lento
¿Saben por qué se estan llendo?
¿Saben por qué se van? (No Tan Distintos-Sumo)
Necesito mas cerveza y menos cafe jajajaja CRUA-CHAAAAAANNNNN
ADOLLLFFFFFFFFFFFFFFILLO-PILLO
El Capitan Beto en el Espacio
El esposo de Martita se hizo cargo de su cuñado, era abogado y ellos sirven para estas cosas. Atendió a los policías, al fiscal y tramito todo en la funeraria. Incluso le prestó un traje a Beto, ya que estas muerto, por lo menos tenès que estar bien vestido. El fiscal no jodió, era amigo y sobre todo el suicidio era muy evidente, no había motivo para que haya autopsias o muchas más pericias que un par de fotos y el test de parafina en las manos.
A Beto los empleados de la funeraria se lo llevaron directamente de su cama a la cocheria, seguramente ellos dos serian los que lo iban a limpiar, cambiar y depositar en los tules de la caja de madera y herrajes broncíneos.
La familia se aseguró que Bety este bien sedada, pobre, lindo susto se llevó cuando encontró sin mollera a su nene. Hubo un día de velorio nada más, ya no es como antes, hasta los velorios cambiaron en el pueblo, y el de Beto no fue la excepción ya que no lo velaron en su casa, ni hubo asado, ni vino; todo fue en la sala velatoria, en un ambiente frío, cordial, olor a café y no tan triste.
En la misa, el padre Fabián habló mas de las virtudes, la asistencia perfecta a misa y lo buena cristiana que era Bety que de lo trabajador, buen tipo y confundido que estaba Beto. Los curas siguen viendo al suicidio como un pecado y existe un dejo despectivo en los sermones hacia el que eligió terminar con su vida, ya que Dios es el que elije que nos hagamos mierda en la ruta, nos de cáncer o se nos caiga un piano en la cabeza.
Poca gente lo acompaño desde la iglesia al cementerio. Un auto blanco de la empresa con el cajón, otro, más corto, con los deudos y cuatro o cinco más por detrás. Al pasar el cortejo muchos de los negocios cerraron sus puertas, los peatones frenaron su marcha y se persignaron, como siempre lo hicieron y lo seguirán haciendo en el pueblo. Cuando por fin el acompañamiento llegó a la rotonda de la estación de servicio del Porvenir encaró para Yaquilo, para el cementerio. Levantaron el cajón entre varios y lo cargaron por la calle principal flanqueada por los mausoleos antiguos y bien hechos de las familias tradicionales, después se metieron por alguno de los incontables y angostos pasillitos hasta que llegaron al mausoleo familiar, donde Pochíta encabezó las formulas religiosas que se dicen en la necrópolis y un par de primos, el rubio de la ferretería, el cuñado y alguien mas, levantaron el cajón hasta estante mas alto de la fila de la derecha, arriba de su papá. Tres avisos en el obituario de La Gaceta, un cerrado por duelo y en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. QEPD.
Morite putito jajaja:D
de Pañuelo (ssisisis nombre al fin!!! me faltan unas 30 para als 150 :D)
adolfo
14/9/09
25 de enero
Que calor que hace…esta insoportable y eso me pone de mal humor. Decí que solo salgo a la noche al bar que es donde mas transpiro, porque si tuviera que trabajar a la siesta me muero. Aunque si lo haría trabajaría en un bar con aire acondicionado y no trabajaría mucho, en Tucumán nadie sale hasta las siete de la tarde en verano. Eso es posta. Igual, en el colectivo me moriría de calor y me cagarian a bombuchazos los pendejos en las tres cuadras que camino hasta la parada.
Quien carajo lo manda a mi papá a vivir en Villa 9 de Julio. Bueno que se yo, me da techo todavía y desde que la hija de puta de mi mamá se ha ido con ese cordobés pajero el viejo ha quedado solo. Decí que estoy yo, porque sino viviría hecho un desastre. Soy la ama de casa del siglo XXI jajaja.
Hoy Héctor me mando un mensaje, es un pesado, yo no quiero volver con él, además esta metido con gente pesada y bueno, no creo que termine bien, pero cuando lo cruzo por el barrio se me revuelven las tripas, menos mal que no salgo mucho.
Son las cuatro y media, mi viejo ya se levantó para ir al súper y yo me hago la que estudio, total me falta un mes todavía para dar las materias…quince días antes me voy a hacer preparar y a la mierda. Hoy es lunes, odio los lunes, pero por lo menos no abre el bar, quizás a la noche me levante algún pajero por Mirc o por MSN, cada día me agrega mas gente al MSN.
CUAAAAAL ESSSSSSS HACERTE MUY PUTITAAAAA PROBAR TU GALLETIIIITAAAAA!! TE VAN A MATAR UO UO UO UOOOO
12/9/09
Suicidas Famosos: Leando Alem: Adelante Radicales!
LEANDRO ALEM: LA TRAGEDIA DE ANOCHE
¿Cómo había ocurrido la catástrofe? El doctor Leandro N. Alem había dado fin a su existencia, disparándose dentro del coche que lo conducía al Club del Progreso, un tiro en la sien derecha. Cuando el portero del Club abrió la portezuela del carruaje, el tribuno popular, el agitador, el caudillo, era cadáver. Ese cadáver fue piadosamente subido a uno de los salones del club, colocado sobre una mesa, cubierto el rostro varonil con el poncho de vicuña, semivelado así a la gente de todas las opiniones que acudía a saludarlo con lágrimas en los ojos. Se había suicidado Alem. Leandro Alem, el de las largas barbas plateadas ya, el de los ojos vivos y fulgurantes, el de la palabra vibrante y perentoria, el caudillo, el jefe, el hombre de la calle y de la plaza pública, que arrebataba a las multitudes cuando les hablaba por ellas, cuando los llevaba adonde él quería llevarlas, casi ídolo, con su ascético rostro, con su vida clara, con su altruismo extraño, y así ha muerto, tendido sobre una mesa, cubierta la cara ensangrentada con el poncho de vicuña de sus amores nacionales. ¿Por qué? Todos preguntaban el por qué, todos querían conocerlo, y hubieran cuestionado al cadáver si hubiera podido contestar, y quedaban mudos ante ese enigma. ¿Cómo, cuando se es jefe de un partido poderoso, cuando se influye en los destinos de una Nación, cuando se ha llegado a una popularidad, casi sin precedentes, se puede cortar así el hilo de una existencia, saltar así a la nada, romper así con todo lo que sonríe y lo que promete? ... Hombre maduro, el doctor Alem había visto muchas cosas, había pulsado muchas pasiones, había hecho muchos sacrificios, y llegado el momento del balance se había encontrado él solo en pérdida, después de haber puesto casi todo el capital. Muere en su teatro, en la calle de sus triunfos y las causas de su muerte no han de conocerse tal vez por entero.
Es un hombre de abnegación y convicciones que se mata, y cuya muerte produce honda sensación en amigos y enemigos; un luchador que supo estar en pugna con todo lo existente que le parecía malo, rodearse de una aureola popular, significar por sí mismo, encarnar en su persona todo un partido y obligar a los demás a considerarlo un bienintencionado pasionista, pero que todo lo supeditaba al bienestar común; un caudillo por su exterioridad y su psicología, término extremo y necesario para el desenvolvimiento de un país democrático como el nuestro. Aún los que no estaban de acuerdo con su lucha, han de ver que su actitud estaba informada por una pasión sincera y, aunque excesiva, nunca inspirada en un propósito de medro personal. Cuando la candidatura de uno de sus amigos políticos a la Presidencia de la República él supo desligarse orgullosamente al creer que se tomaba un mal camino y el pueblo le llamó austero. Más tarde se entregó en cuerpo y alma al triunfo de la revolución del 90, y luego siempre lleno de las mejores intenciones, ofuscado sólo por su pasión de ir ligero, de saltar obstáculos, de llegar a pesar de todo y perentoriamente al fin, si contribuyó a la escisión y pérdida de fuerzas de la Unión Cívica, fue con el ansia de crear un partido formidable que arrasara con todo de una vez y llegar a la conquista del ideal democrático, con una sola carga de sus decididas huestes. ¡Ay! Eso era imposible y las dificultades se han ido aumentando, amontonando hasta formar barrera insalvable; no triunfa ya en nuestro siglo lo que no se ajusta a la evolución, lo que no la sigue, lo que no se vale de ella. El doctor Alem se inició muy joven en la vida pública, en épocas en que se creía necesaria la violencia y desde un principio hízose notar por su carácter que significaba siempre una manera terminante y absoluta. Su nombre era conocido y relativamente popular antes del 90 en que alcanzó ultísima figuración y representó en su persona el grupo numeroso de los excesivos, de los que querían llegar a saltos al ideal, contra la regla de la naturaleza.
Llegó así, lejos del gobierno, repudiándolo siempre, deseándolo mejor, libre de tachas mejor dicho, a gozar de una rara popularidad que lo ha acompañado hasta el último día de su vida y que hará que la noticia de su suicidio cause verdadero estupor y provoque una extraordinaria manifestación de duelo. Anoche, cuando corrió la triste noticia no había quien no se negase a creerla; cuando el convencimiento llegaba, surgían siempre frases de amargo pesar de todos los labios, porque al fin es uno de los nuestros, un hijo de la tierra, un genuino representante de las cosas que fueron y aún son, el que a la hora de esta, yace sobre una mesa del Club del Progreso con su rostro enjuto y su luenga barba casi blanca, cubierto con el poncho de vicuña de sus amores nacionales el que lo acompañó a los atrios de las elecciones sangrientas o a los congresos de debate tranquilo. ¡Duerma en paz Leandro Alem! Que el descanso eterno la compense de su lucha continúa. En nuestra historia tiene un puesto, su nombre vivirá y hoy no habrá en toda la República quien no lamente su trágica muerte y rinda tributo a sus virtudes. Alma noble, luchador incansable, hombre de raro temple, librado a los embates de la suerte pocas veces propicias ha llegado al término de su carrera con la estimación de propios y extraños y sin duda por eso en su rostro demacrado y en sus blancas barbas hay aún, después de la muerte, un sello de placidez y de entereza. ¡Duerma en paz Leandro Alem! "
Si el sobrino anda un poco pelotudo, si el partido en el que dejo la vida se divide, si sus ideales políticos son pisoteados, si los sueños de una nación justa se esfuman y los levantamientos armados de boinas blancas son olvidados, si cuatro años de encierro en Rosario por la causa no son suficientes, y encima la salud se le va por el inodoro…no le queda otra Dr.
Como Facundo viajó por última vez en tu coche negro tirado por caballos y ahí murió Dr. Un tiro con su pistola.
“He terminado mi carrera, he concluido mi misión. Para vivir estéril, inútil y deprimido, es preferible morir. ¡Sí! que se rompa pero que no se doble. He luchado de una manera indecible en estos tiempos, pero mis fuerzas -tal vez gastadas ya-, han sido incapaces de detener la montaña ¡y la montaña me aplastó!”.
Era la noche del 30 de junio de 1896, se fue de su reunión en el Progreso, para sus correligionarios iba a ser una ausencia de solo cinco minutos, para usted para siempre.
No podía hacer nada útil por la Patria según su carta, no quería ser un cadáver político ni tampoco ver como las cosas en que creía, por las que luchaba se profanaban (seguían profanando).
De joven lucho en el Parque, con fusiles robados y al lado de anacos europeos, de pibes ajenos a la clase estanciera, de gente que transpiraba cambio, revolución, basta de afano, basta del Zorro, del Unicato, de los soldados que protegían las urnas pero no para el pueblo, sino para el hijo de puta de turno.
Hipólito Yrigoyen y Roque Sáenz Peña lo sacaron con las patas para delante de su casa, por esa puerta donde usted se paraba a matear, y desde el tranvía lo saludaban todos, el cochero, el inmigrante, la lavandera, la madre y el padre. Lucho por ellos, por el que menos tenia, tanto en la política como en los pasillos de tribunales.
Luchó de verdad, lo de usted no era solo discurso como es en estos tiempos egoístas y de discursos que arengan causas que ni ellos conocieron. En cambio usted quería las cosas limpias, como las caras, como su vida, como su traje negro y como sus ideales, heredados, pero destruidos por inescrupulosos de todo tiempo, arma y discurso.
“Leandro, hijo mío:
Antes de alcanzar la edad que ya tienes ahora, ya eran muchas las amarguras y vicisitudes que debí sufrir para formarme un hombre útil a la sociedad en cuyo seno he vivido combatiendo con los nobles afanes de su constante perfeccionamiento. Esta conducta, como digo arriba, me ha deparado muchas amarguras, pero he preferido siempre la línea recta, cualquiera fuesen los sacrificios o las injusticias a afrontar.
Sigue mi ejemplo, Leandro. No antepongas nunca los intereses pequeños o personales a los altos enigmas patrióticos y no abandonares jamás la línea recta que yo seguí en mi azarosa existencia, habrás rendido el mejor homenaje a mi memoria.
Te doy un beso en la frente para que la conserves pura. Esa es tu herencia.
Leandro N. Alem”
Frente alta, convicciones y cojones para que se hagan realidad. Esa es su herencia Dr. Alem. Lastima que la mayoría de sus herederos invocaron derecho de inventario. Seguro que lo sospechaba esa noche de invierno del 96.
Adolfooooooo uooo uooooo
7/9/09
Familiar, Vivorón y Bartolomé
-El Vivorón.- Contesto mi amigo mientras se limpiaba la boca con la servilleta de tela.
-Bueno, son diferentes formas en que se manifiesta el espanto.- Dijo con tono catedrático mientras se acomodaba en la silla a la derecha de la cabecera, donde me obligaba a sentar siempre.- Mire Guillermo, del Vivorón hay un par de versiones. Unos dicen que es el mismo Familiar que se transforma en víbora y otros dicen que es una entidad distinta.- Hablaba tranquilo pero con ganas, como un profesor de los viejos, de esos pocos que teníamos y le prestábamos atención en esa época.- La cuestión es que están íntimamente relacionados ambos dos.
El Familiar es seguramente una derivación de Cerebro, can de tres cabezas que cuidaba el Ares en la mitología griega. Cancerbero como le dicen los idiotas. El Familiar es un perro guardián también, guardián y cobrador del Diablo. Otros afirman que es el diablo metamorfoseado en un perro, negro, con cadenas que arrastra y ojos de fuego. Muchos de estos peones ignorantes dicen al describirlo eso que les mencione antes, que le cuelgan cadenas del cuello y que tiene ojos de fuego, pero después de decir eso dicen que no tiene cabeza.- El viejo hecho la cabeza hacia atrás divertido mientras pitaba su chala.-La historia oficial del Familiar es que los dueños de ingenios hacían pactos con el Diablo para que éste les de buenas zafras, a cambio el Diablo pedía como contraprestación uno de los peones del ingenio para que su perrito se lo coma. Cobraba en almas, no hacia maquila.-Guille y yo nos reímos por el chiste azucarero, las chicas se quedaron colgadas, se las notaba un poco tensas y no por la historia, sino por la presencia de Bartolomé.
-¿Lo ha visto alguna ves usted?- Inquirió Guille.
-Deje que le cuento lo del Vivorón y le cuento cuando lo vi al familiar.
jaaaaaaa!!!! historias de terrorrrrrrr
2/9/09
Putita
Son las nueve de la noche y no escribí nada hasta ahora, no tenía ganas. En realidad no tenia ganas de nada. No me gusto el viejo que me levante en internet ayer, era un degenerado, me quería sacar fotos y todo eso, encima tenia pija chica, un asco y se ve que no cogia hace rato, en una hora acabo tres veces. Quería que le chupe el culo, cuando le dije que no quiso pegarme. Pobres las chicas que son putas, yo no lo soy, yo cojo cuando quiero, pidiendo foto antes y cobrando mas caro, es un extra este trabajo, ni en pedo saco anuncio en la gaceta o en internet, me da asco, pero trabajando así saco cien o doscientos pesos en una hora, que es lo mismo que lo que saco en un fin de semana en Dublín o en algún otro bar. Pocas veces me pasa lo que me pasó ayer, pero todo parecía que iba a estar bueno. Comenzamos a chatear, yo le di mi MSN, le presume un poco, me mando su foto, yo le mande una mía, y la conversación se fue dando hasta que vino la propuesta de plata. Doscientos pesos, el estaba en un estudio contable, solo en la Avenida Alem. Era un tipo común, de cómo unos 30, pero resultó ser un asqueroso. Era obvio que no debía tener novia ni nada, un pelotudo como ese no se merece nada. Estuve llorando todo el día, me dolió mucho que me trate como me trato, odio que me digan puta o negra, y este no para de decir las dos cosas. Hijo de puta. Después cuando me agarro del pelo y yo le dije pelotudo se enojo mas. La verdad que creía que me iba a matar, me dio mucho miedo. Igual tengo que quedarme piola, pensar en otra cosa tripa corazón y doscientos pesos para comprarme ropa o dar una mano mas en mi casa. La vida no es tan fácil para una chica común como yo. No es tan fácil como para los chicos que van a Dublín a tomar cerveza, o el gordito de la Ayacucho. ¿Qué saben esos de la vida?
Me baño y salgo al bar.
Ropa: Jean, toppers, remerita de Quilmes Stout. El delantal esta allá como siempre.
putas y payasosssssssssss