Y Matiolli que no dejaba de cantar, como si no le importara nada, como si no le importara Beto, que seguía sentado en la silla, rojo y loco, perdido. Las lagrimas y los mocos le mojaban mucho las manos, entonces se paró para buscar un pañuelo en el cajón de los calzoncillos, pero de ahí solo sacó el .38 oxidado del abuelo, lo recogió tembleque y el llanto se hizo mas fuerte, era como si Dios le diera la idea, entonces se acostó en su cama, de dos plazas, pero que solo dormía y dormiría uno. No soportaba mas, estaba herido y el .38, cargado desde hacia años, le iba a sacar el dolor mejor que las pastillas, mejor que el chupe, -Has perdido todo Beto ¿Qué mierda te cuesta?- pensó ya con el caño en la frente. Los pulgares corrieron para atrás el gatillo y el plomo le cerró la persiana.
El esposo de Martita se hizo cargo de su cuñado, era abogado y ellos sirven para estas cosas. Atendió a los policías, al fiscal y tramito todo en la funeraria. Incluso le prestó un traje a Beto, ya que estas muerto, por lo menos tenès que estar bien vestido. El fiscal no jodió, era amigo y sobre todo el suicidio era muy evidente, no había motivo para que haya autopsias o muchas más pericias que un par de fotos y el test de parafina en las manos.
A Beto los empleados de la funeraria se lo llevaron directamente de su cama a la cocheria, seguramente ellos dos serian los que lo iban a limpiar, cambiar y depositar en los tules de la caja de madera y herrajes broncíneos.
La familia se aseguró que Bety este bien sedada, pobre, lindo susto se llevó cuando encontró sin mollera a su nene. Hubo un día de velorio nada más, ya no es como antes, hasta los velorios cambiaron en el pueblo, y el de Beto no fue la excepción ya que no lo velaron en su casa, ni hubo asado, ni vino; todo fue en la sala velatoria, en un ambiente frío, cordial, olor a café y no tan triste.
En la misa, el padre Fabián habló mas de las virtudes, la asistencia perfecta a misa y lo buena cristiana que era Bety que de lo trabajador, buen tipo y confundido que estaba Beto. Los curas siguen viendo al suicidio como un pecado y existe un dejo despectivo en los sermones hacia el que eligió terminar con su vida, ya que Dios es el que elije que nos hagamos mierda en la ruta, nos de cáncer o se nos caiga un piano en la cabeza.
Poca gente lo acompaño desde la iglesia al cementerio. Un auto blanco de la empresa con el cajón, otro, más corto, con los deudos y cuatro o cinco más por detrás. Al pasar el cortejo muchos de los negocios cerraron sus puertas, los peatones frenaron su marcha y se persignaron, como siempre lo hicieron y lo seguirán haciendo en el pueblo. Cuando por fin el acompañamiento llegó a la rotonda de la estación de servicio del Porvenir encaró para Yaquilo, para el cementerio. Levantaron el cajón entre varios y lo cargaron por la calle principal flanqueada por los mausoleos antiguos y bien hechos de las familias tradicionales, después se metieron por alguno de los incontables y angostos pasillitos hasta que llegaron al mausoleo familiar, donde Pochíta encabezó las formulas religiosas que se dicen en la necrópolis y un par de primos, el rubio de la ferretería, el cuñado y alguien mas, levantaron el cajón hasta estante mas alto de la fila de la derecha, arriba de su papá. Tres avisos en el obituario de La Gaceta, un cerrado por duelo y en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. QEPD.
Morite putito jajaja:D
de Pañuelo (ssisisis nombre al fin!!! me faltan unas 30 para als 150 :D)
adolfo
19/9/09
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